Entramos en la recta final de un año 2022 fatídico para los mercados financieros. Ha sido el cuarto peor inicio de año de los últimos 100 años.
Uno de los puntos más destacables de cara a final de año es que en Estados Unidos los tipos de interés han llegado a su nivel más alto post crisis financiera de 2008 y no se espera una relajación en política monetaria hasta 2024.
Hasta mitad de mes, se pensaba que la inflación en EEUU ya había marcado máximos pues los precios energéticos habían frenado, sin embargo la inflación subyacente (sin tener en cuenta los precios de la energía) presentó un repunte preocupante. Esto provocó una fuerte discrepancia entre lo que descontaba el mercado y los datos macroeconómicos causando un terremoto en los mercados financieros.
La Unión Europea subió los tipos de interés en 75 puntos básicos después de subirlos 50 puntos básicos en julio. El BCE empieza el ciclo de subidas en el peor contexto económico posible. Sin embargo, sigue mostrándose cada día más firme en su decisión de contener la inflación mientras esta se mantenga alta.
De cara a las próximas reuniones de los bancos centrales vale la pena destacar, que más que la decisión de subir tipos de interés, lo que afecta a los mercados financieros son las perspectivas de hasta donde pueden los bancos centrales llegar a subirlos y en qué grado afectará al crecimiento económico.
Por otro lado, las tensiones cada vez mayores sobre el sistema energético europeo están poniendo una mayor presión sobre el euro. No obstante, el dólar está marcando niveles récord prácticamente frente a cualquier divisa. Para poder controlar los precios y los mercados energéticos de cara al invierno, los gobiernos europeos lo primero que deberían hacer es disminuir el consumo y esto significa mayores niveles de restricciones para las principales economías industriales de Europa y la consiguiente afectación en la actividad económica.
La volatilidad es probable que continue siendo alta (tanto en renta fija como en renta variable), sobre todo conforme se acerque el invierno y la crisis energética en Europa se intensifique.
Al igual que en los últimos comentarios mensuales seguimos recomendando la cautela y el mantenimiento de altos niveles de liquidez que permitan aprovechar las oportunidades que se presenten.
Nuestra Metodología Momentum
Seguimos reduciendo el riesgo de nuestra cartera en términos generales.
Este mes hemos tenido que deshacer nuestra exposición en el sector inmobiliario que empieza a verse afectado por la escalada de los tipos de interés y por consiguiente el coste del crédito.
Aumentamos nuestros niveles de liquidez a niveles máximos en lo que a la estrategia respecta.
En el apartado de la renta variable, se mantiene la exposición en el 20% pero balanceando los pesos a favor de los mercados Estadounidense y Latinoamericano.
El principal motor de rentabilidad actual lo conforman las estrategias oportunistas que aprovechan los niveles altos de volatilidad que estamos sufriendo.
A continuación, en el siguiente gráfico podemos ver la evolución de nuestra estrategia frente a los distintos índices de renta variable y de renta fija:
Nuestra cartera en septiembre de 2022 habría restado un -2,10%.