¿Nunca se han preguntado por qué el toro representa un mercado alcista y el oso una bolsa bajista?
Pues bien, en el presente artículo intentaremos recoger algunas de las explicaciones que existen al respecto sobre el origen de esta terminología.
Tanto el toro como el oso son dos animales con una enorme fortaleza, sin embargo, el toro es un animal confiado, que empuja hacia adelante sin miedo, seguro de sí mismo. El toro explota el optimismo en sí mismo igual que un inversor comprador confía en la compra de sus acciones y sus plusvalías futuras. En cambio, el oso es desconfiado y receloso y busca aprovecharse de la debilidad de su oponente. El oso saca beneficio en un entorno negativo al igual que un vendedor en bolsa piensa que la llegada de un mercado bajista le reportará ganancias.
Una de las respuestas más intuitivas y repetidas en distintas publicaciones sobre esta curiosidad bursátil hace referencia a la forma de atacar de estos animales. Mientras que el toro embiste de abajo hacia arriba en un violento movimiento alcista, el oso ataca mediante zarpazos enérgicos de arriba hacia abajo simulando el movimiento bajista de la bolsa.
La siguiente teoría tiene sus orígenes en la ciudad de Nueva York, hoy cuna de una de las bolsas más influyentes del mundo. Se dice qué durante el siglo XVIII, el director de la compañía holandesa de las Indias Occidentales construyó un muro al sur de la isla, hoy conocida como Manhattan, durante la fundación de la ciudad. La finalidad de este muro era la de velar por los habitantes neoyorquinos contra los ataques de los osos, a la vez que se intentaba retener a los toros dentro de la ciudad. Con el paso del tiempo, el muro se derrumbó y en la actualidad, osos y toros luchan en el parqué de Wall Street.
Una última teoría nos lleva más atrás en el tiempo todavía. Nos remontamos a la Edad Antigua, donde uno de los espectáculos de circo más famosos entre el público era la lucha entre animales. La lucha reina enfrentaba al oso contra el toro. El contraste de estos dos animales siempre ha representado la oposición entre el pesimismo y el optimismo, la valentía frente a la cobardía, lo alcista contra lo bajista.
En definitiva, dejando curiosidades a un lado y bajando a nuestra realidad bursátil, después de vivir un 2019 en el que los toros han campado felizmente por nuestros mercados, ¿aparecerán los osos en el próximo 2020?
Nuestro trabajo como asesores será torear a los primeros y domar a los segundos.