Al precio actual del barril, en torno a los 45 dólares y con una caída superior al 60% en dos años, vamos a repasar las consecuencias en las cuentas públicas de los países productores.
Los países que más han sufrido la caída de divisas son Arabia Saudí, Rusia, Irak, Venezuela y Nigeria. Esta situación, que ha disparado sus déficits, les está obligando a realizar importantes ajustes presupuestarios y las consecuentes subidas de impuestos.
Veamos cada caso.
Arabia Saudí, que es el principal exportador mundial, se calcula que tiene un impacto de 180.000 millones de dólares. Es cierto que sus márgenes de beneficios son los más elevados del mundo, aunque como consecuencia del modelo presupuestario del país, acostumbrado a un elevado nivel de gastos, ha tenido que recortar el presupuesto y pedir financiación bancaria (por aproximadamente 10.000 millones de dólares). Esta decisión no se había tomado en más de 25 años. La capital del reino ha visto revisada a la baja su calificación crediticia.
Rusia. La caída del precio del crudo, las sanciones de los países occidentales y el bloqueo de importaciones de alimentos de algunos de estos países, que ha acelerado la inflación, está amenazando seriamente su economía. Los informes internacionales muestran que su producción está en máximos históricos, aunque por otro lado, la obsoleta capacidad así como el bloqueo de las inversiones del exterior, ponen en peligro la continuidad del nivel de exportaciones. Necesitaría privatizar sus principales empresas públicas para sostener sus cuentas públicas.
Irak. El impacto de la bajada del crudo en sus cuentas, se cuantifica en más de 63.000 millones de dólares. La amenaza del Estado Islámico y los ataques terroristas, están limitando sus recursos y la capacidad de producir. No obstante, la Agencia Internacional de la Energía estima un potencial incremento de sus exportaciones de 4,5 millones de barriles si resuelve sus problemas de seguridad.
Irán. La estrategia de Arabia Saudí de bajar los precios, pasa por crear dificultades a las inversiones en Irán, como consecuencia de desactivar su programa nuclear. Parece que se ha conseguido parcialmente, puesto que el país tendrá muchos menos beneficios del petróleo en este año, pese a que podrá duplicar sus exportaciones.
Kuwait. Tras una huelga de varios días que ha tenido un impacto significativo en la producción de petróleo y aunque la situación se ha resuelto, se muestra una “fragilidad” del sistema tan dependiente de la entrada de divisas. Este país como otros del Golfo Pérsico, Emiratos Árabes, Omán o Baréin, deben recortar gatos y ajustar sus presupuestos para reducir unos déficits, en ocasiones superiores al 10%.
Canadá. Al igual que en Estados Unidos, la ventaja es que la mayor parte de la producción está en manos de empresas privadas, por lo que el impacto en los ingresos fiscales del país es indirecto y más reducido. La parte negativa es que parte de la producción ha entrado en pérdidas, por lo que se han reducido los programas de nuevas inversiones.
Nigeria. EL FMI ha tenido que prestar ayuda por 3.500 millones de dólares a su Banco Central. Esta situación provoca que los inversores tengan poca confianza en el país. Su gobierno está valorando solicitar ayuda financiera a China, lo que provocaría aún mayor dependencia financiera de Pekín.
Venezuela. El país se ha visto muy afectado por la bajada del precio del petróleo. Se ha decidido hacer una “apagón” energético de cuatro horas al día por la falta de suministro, además de recortar la jornada laboral de los funcionarios para ahorrar electricidad. El FMI estima una bajada del PIB del 23% entre 2014 y 2019. Además, dicho Organismo estima que los precios se multiplicarán por seis este año y el paro llegará a casi el 30% en 2021.
Ecuador. Ha sufrido gravemente el drama de un terremoto, por lo que tienen que hacer frente a una reconstrucción en un momento de baja disponibilidad de tesorería. Actualmente dispone de 133 millones de dólares en sus arcas públicas, por lo que no va a tener más remedio que acometer una política fiscal con una fuerte subida de impuestos.
Por supuesto, también hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda, es decir, los beneficios que supone en las balanzas comerciales de los países dependientes del crudo.
Espero que este artículo pueda ayudar a la hora de focalizar geográfica y sectorialmente las decisiones de inversión.