Bonos, obligaciones, empréstitos, letras del tesoro… ¿qué son? Son títulos que emiten entidades públicas o privadas a cambio de los cuales obtienen dinero. Por otro lado, las personas o entidades que compran estos títulos reciben un tipo de interés o rendimiento más la devolución del capital en un plazo determinado. Además, este título se puede vender y comprar antes de su vencimiento.
Vamos a intentar conocer los distintos tipos de bonos que existen según el tipo de interés (cupón) que pagan y a intentar relacionarlos con las distintas situaciones que nos llevan a buscar unos u otros en función de nuestras expectativas sobre las variables económicas de las que dependen:
- -Bonos a tipo fijo tienen un cupón que se mantiene constante durante toda la vida del bono.
- -Bonos a tipo flotante tienen un cupón variable que está vinculado a un tipo de interés de referencia que viene normalmente determinado por la política monetaria de los bancos centrales. El cupón se define normalmente como ese tipo de referencia (por ejemplo el Euribor) más un diferencial. Se revisa periódicamente, generalmente cada uno o tres meses.
- -Bonos cupón cero, que no pagan los intereses. Son emitidos con un descuento respecto a su valor nominal, de modo que el interés es realmente pagado al vencimiento.
- -Bonos vinculados a la inflación, en los que el importe principal y los pagos de intereses están indexados a la inflación.
Así, si esperáramos que los tipos de interés fueran a subir en un futuro próximo buscaríamos bonos a tipo flotante que nos permitan disfrutar de esa esperada subida de tipos. Son una inversión olvidada en estos últimos años en el que los tipos de interés han ido a la baja pero que están empezando a incluirse en las carteras desde que Estados Unidos cambiara el rumbo de su política monetaria y subiera los tipos a final del año pasado por primera vez desde el inicio de la crisis financiera de 2008.
O si prevemos que la inflación va a repuntar en los próximos meses nos interesaría invertir nuestro dinero en bonos ligados a inflación que nos paguen más cuanto mayor sean las subidas de precios protegiendo así nuestra capacidad adquisitiva. También es un tipo de renta fija del que se está volviendo a hablar después de unos años con una inflación casi nula y después de políticas monetarias que han inundado los mercados de liquidez.
Por el contrario, si pensáramos que los tipos de interés fueran a ir a la baja querríamos asegurar la TIR (tasa interna de rendimiento) de nuestro bono eligiendo así bonos a tipo fijo o bonos cupón cero. Este último supuesto parece menos probable en los tiempos que corren con los tipos en zonas de mínimos históricos en la mayor parte del mundo desarrollado.
A modo de aclaración, esto es solamente una simplificación del mundo de la renta fija en función del tipo de cupón pagado. Existen muchas otras variables y características a tener en cuenta a la hora de elegir un bono como por ejemplo la duración, la calificación crediticia del emisor, el riesgo divisa, la liquidez, etc. De todos estos factores hablaremos en próximos artículos.